Hay quien ve un precipicio y, consciente del peligro, rectifica, lo esquiva cauteloso y redirige sus pasos por mejores senderos. Pero hay quien ve el abismo abrirse a unos metros y, contrario a toda razón, se lanza entusiasta hacia la nada, confiado en que morirá como mártir fiel a su destino. Si es un individuo el que toma la opción suicida, bueno, pues te lamentas, constatas que el mundo rebosa de idiotas y hasta puede uno acercarse a darle sepultura. Pero cuando se trata de toda Cataluña pues te pones triste, claro, y serio, y te preocupas.
Reynaldo I el sabio
Tiene el cargo de director de la Alhambra algo (mucho) de virrey en Granada que mira la ciudad desde la altura. No es algo nuevo. Viene de la época de los Reyes Católicos y sus alcaides (los Tendilla, los Campotéjar lo fueron) que administraron los reales sitios (la Alhambra era de la Corona y luego del Estado) en Granada. El pasado condiciona, claro.Con estos antecedentes, y por mucha democracia autonómica que vivamos, hay cosas que siguen pareciéndose más a su pasado nobiliario que a este presente que algunos desean asambleario.
Ligalismo
Vivimos tiempos de reunir, de arreglar destrozos. En el arte, y en la vida. El mundo del arte, ese inmenso espejo en el que un día nos reflejábamos para encontrar sentido, lo fuimos destrozando a martillazos de modernidad y de vanguardia hasta sus más pequeños trocitos.
Clara aclara – La ciudad invisible
UNA conferencia a cuatro manos, a dos voces, a dos mentes conjurada para hacernos clara la escritura. Ella, Clara Peñalver, escritora singular. Él, Paco Rodríguez, psicólogo vital. Ying y yang, sol y luna, noche y día en un haz de sombra y luz apuntando a la verdad. Un equipo, vamos, de los que te hacen entender qué es esto de crear, ese misterio platónico con la luz al fondo, con verdad.
Puente cultural
Centro Pompidou de Málaga. alarde francés en pleno puerto. A hora y media de Granada nada el París más cool. Y a un paso el Picasso y el Thyssen o el arte ruso de San Petersburgo. Todo un espejismo cultural concentrado en una Málaga que, astuta, ha hecho de su carencia virtud, cogiendo de prestado, a golpe de talonario, el arte con solera que no tuvo.