Hay quien ve un precipicio y, consciente del peligro, rectifica, lo esquiva cauteloso y redirige sus pasos por mejores senderos. Pero hay quien ve el abismo abrirse a unos metros y, contrario a toda razón, se lanza entusiasta hacia la nada, confiado en que morirá como mártir fiel a su destino. Si es un individuo el que toma la opción suicida, bueno, pues te lamentas, constatas que el mundo rebosa de idiotas y hasta puede uno acercarse a darle sepultura. Pero cuando se trata de toda Cataluña pues te pones triste, claro, y serio, y te preocupas.
Reynaldo I el sabio
Tiene el cargo de director de la Alhambra algo (mucho) de virrey en Granada que mira la ciudad desde la altura. No es algo nuevo. Viene de la época de los Reyes Católicos y sus alcaides (los Tendilla, los Campotéjar lo fueron) que administraron los reales sitios (la Alhambra era de la Corona y luego del Estado) en Granada. El pasado condiciona, claro.Con estos antecedentes, y por mucha democracia autonómica que vivamos, hay cosas que siguen pareciéndose más a su pasado nobiliario que a este presente que algunos desean asambleario.
Ligalismo
Vivimos tiempos de reunir, de arreglar destrozos. En el arte, y en la vida. El mundo del arte, ese inmenso espejo en el que un día nos reflejábamos para encontrar sentido, lo fuimos destrozando a martillazos de modernidad y de vanguardia hasta sus más pequeños trocitos.
Jose y la estética saturada
Vivimos saturados de imágenes, representaciones de lo real están, por saturación, suplantando la realidad misma. De semejante empacho de los sentidos, compartido por todo el mundo ‘civilizado’, y de las causas de este ‘horror vacui’ en el que habitamos nos habló e ilustró Jose Ildefonso, cuya formación como filósofo interesado en la Cultura. Homer Simpson, […]
Puente cultural
Centro Pompidou de Málaga. alarde francés en pleno puerto. A hora y media de Granada nada el París más cool. Y a un paso el Picasso y el Thyssen o el arte ruso de San Petersburgo. Todo un espejismo cultural concentrado en una Málaga que, astuta, ha hecho de su carencia virtud, cogiendo de prestado, a golpe de talonario, el arte con solera que no tuvo.
Capital del brío
DE simposium literario en Madrid escuché comentarios, temerosos o eufóricos, sobre la era Carmena que se avecina. Granjas escuela en un golf sin señoritos; huertos ecológicos en Serrano o Princesa; comedores sociales en cada esquina… Pareciera que a la antigua capital de los orcos mangantes hubiera llegado una caterva de hobits morados de felicidad, armados de futuro para transformar a los chulapos en agricultores. Escéptico, pensé: «Veremos en qué queda esto».